
La comunidad de Los Brazos llora la partida de Sorángel Peña, madre de Leovanny y Giguendon Peña Rojas, los jóvenes asesinados en mayo de 2024 en una lavandería del condado Chester, Pensilvania. Su fallecimiento, ocurrido este jueves, sumerge nuevamente en el luto a sus familiares y allegados.
Desde la trágica pérdida de sus hijos, Sorángel, de 56 años, jamás encontró consuelo. “Ella después que mataron a sus hijos jamás tuvo paz”, expresó su prima Rossi Peña, en un mensaje acompañado del llanto de otros parientes. Su estado de salud se deterioró rápidamente tras la tragedia y, tiempo después, fue diagnosticada con cáncer en la sangre, una condición que se agravó con el paso de los meses.
Sus hijos eran su mayor orgullo y la habían cuidado con esmero, construyéndole una casa grande y cómoda en su comunidad natal. Fue precisamente en ese hogar donde sus restos fueron velados, antes de ser sepultados junto a los de sus hijos en el cementerio local. “Junto van los tres, ahí mismo donde están los dos hijos de ella”, expresó Rossi Peña.
El impacto de su fallecimiento ha conmovido profundamente a la comunidad. El alcalde municipal, Jairo Morillo, compartió una esquela publicada por la junta de vecinos Los Brazos, resaltando que la partida de Sorángel “deja un gran vacío en nuestros corazones y en toda nuestra comunidad”. En la despedida, realizada pasada la medianoche, el ambiente estuvo marcado por la tristeza y la solidaridad de los presentes. “Esta es una comunidad muy única, donde el 90% es familia. Los apellidos son Peña y Vásquez”, comentó Morillo.
El asesinato de Leovanny y Giguendon Peña Rojas ocurrió a manos de Wilbert Peña Ruiz, un exempleado de la lavandería en la que trabajaban. El ataque, que también dejó heridos a otros empleados, destrozó la vida de Sorángel. Familiares relataron que, desde entonces, dejó de alimentarse adecuadamente y pasaba días sin beber agua, sumida en una profunda depresión.
Su salud se deterioró drásticamente en los últimos meses, con constantes ingresos hospitalarios. “Todo se agudizó después de la muerte de sus hijos. De ahí para allá se enfermaba casi quincenalmente, ya tenía como dos meses grave”, relató una pariente cercana.
Por su parte, el padre de los jóvenes, Geovanny Peña, enfrenta nuevamente el dolor en medio de trámites legales. Tras viajar el año pasado para la repatriación de los cuerpos de sus hijos, ahora se encuentra otra vez en Estados Unidos debido a la postergación de la audiencia del caso, reprogramada para el 17 de este mes.
La partida de Sorángel Peña deja una profunda tristeza en la comunidad, que la recordará como una madre amorosa cuya vida se apagó con la pérdida de sus hijos.