El proyecto del tren metropolitano de Santo Domingo, una de las obras de infraestructura más ambiciosas del gobierno dominicano, incluirá un tramo soterrado que conectará la avenida San Vicente de Paúl, en Pintura, recorrería a lo ancho el Distrito Nacional, hasta Pintura, una extensión aproximada de 13 kilómetros de longitud.
Según Jhael Isa, director ejecutivo del Fideicomiso para el Transporte Masivo (FITRAM), esta decisión responde a la necesidad de optimizar el tránsito en zonas urbanas consolidadas y reducir el impacto visual y ambiental en áreas densamente pobladas.
Isa destacó que el diseño soterrado abarcará toda la sección entre San Vicente de Paúl y Pintura, mientras que el tramo que discurre por la avenida Ecológica se construirá a nivel de superficie. Esto permitirá que el proyecto alcance un costo relativamente más bajo en comparación con el tramo subterráneo, preservando la viabilidad económica del tren.
El tren metropolitano busca interconectar las principales arterias del Distrito Nacional, Santo Domingo Oeste y Santo Domingo Norte, además de ofrecer una solución integrada con otras formas de transporte masivo, como el metro y los teleféricos. “Este sistema reducirá significativamente la congestión vehicular, creando un bypass entre las autopistas Las Américas y Duarte”, explicó Isa.
El tramo soterrado también responde a una visión urbanística que proyecta convertir el área cercana al Centro Olímpico en un nuevo epicentro urbano en los próximos 40 años.
Sin embargo, Isa advirtió que la construcción del tren metropolitano hasta Pintura tomará más de una década. La primera etapa, que cubrirá el trayecto entre el Centro Olímpico y el Aeropuerto Internacional de Las Américas, estaba originalmente pautada para completarse en tres años. Esta meta ha sido ajustada debido a la necesidad de reestructurar el financiamiento tras el retiro de la reforma fiscal.
Financiamiento y cronograma
l proyecto, estimado en una inversión de 2,000 millones de dólares, aún está en fase de estructuración financiera. El gobierno planeaba aportar 800 millones de dólares, complementados con alianzas público-privadas. Sin embargo, ahora se evalúan nuevas modalidades de financiamiento, como contratos de concesión, para garantizar la viabilidad del proyecto.
“La falta de recursos nos ha obligado a reprogramar los cronogramas, pero el proyecto no se cancela. Estamos trabajando para iniciar las obras en el primer trimestre del próximo año”, aseguró Isa, quien enfatizó que la construcción de la primera etapa dependerá de la agilidad en la obtención del financiamiento.